Trasplantar macetas: La guía paso a paso para hacerlo de forma correcta

Trasplantar macetas

¿Quieres cambiar tu planta de maceta pero no sabes cómo? El trasplante de una planta es muy beneficioso para las raíces. Con el cambio de sustrato y un buen drenaje, la planta puede crecer de forma sana y fuerte. Además, le permitirá florecer de forma correcta.

En este artículo vamos a descubrir los pasos necesarios para hacer un trasplante de manera correcta.

¿Cuándo tengo que trasplantar las plantas?

El objetivo principal de un trasplante siempre será ayudar a la planta a un crecimiento más sano y que se fortalezca. En otras ocasiones, puede ser por pura estética. Algunas señales de que la planta necesita ser trasplantada pueden ser:

  • Plagas o enfermedades. Quizás encontramos plagas o enfermedades en la planta que no hayamos podido lidiar con ellas. En ocasiones, esto se debe a que la calidad del sustrato es mala y no cumple su función. En estos casos, se debe hacer un trasplante para renovar el sustrato. 
  • La maceta se ha quedado pequeña. Puedes notar que la planta ha crecido cuando además de ser alta, pesa más que el tiesto y tiende a caerse. Asegúrate de escoger el tamaño perfecto de maceta para tu planta.
  • Las raíces sobresalen por la maceta. Otra razón por la que hacer un trasplante puede ser porque las raíces sobresalen por los agujeros de la maceta o que incluso asomen por la parte superior.

Cómo trasplantar una planta paso a paso

Ya hemos decidido que nuestra planta necesita un trasplante para seguir creciendo fuerte. Vamos a ver qué pasos se tienen que seguir para hacerlo correctamente.

  • Preparar las herramientas de jardinería. Una pala y unas tijeras de poda ayudarán a que la planta no sufra heridas en el proceso. Recomendamos llevar siempre guantes, en especial si se trata de plantas espinosas como los cactus o un rosal. 
  • Saneamiento general. Antes de hacer el trasplante debes hacer un saneamiento y retirar las hojas y tallos que estén en mal estado o secos. 
  • Elige la maceta. No hace falta decir que debe ser más grande que la anterior. Además, tienes que prepararla con el sustrato correcto. Si la maceta no tiene agujeros, puedes dejar una capa de gravilla sobre la base.
  • Extraer la planta. Quizás te sea difícil si la planta ha crecido mucho. Un truco que puedes probar es girar la maceta y dar golpes suaves en los laterales. Otra opción es ponerla boca abajo y golpear los bordes con mucho cuidado. Para las plantas de exterior, lo mejor es excavar alrededor para extraer el cepellón. 
  • Sacude las raíces del cepellón. Puede ser que estuvieran muy liadas y mantengan la forma de la maceta. Limpiar los restos de tierra ayudará a que la planta absorba mejor los nutrientes del nuevo espacio.
  • Sitúa la planta en la nueva maceta y añade el sustrato. Es importante que dejes sus raíces enterradas por completo. Puedes regar la planta para que absorba el agua que necesita. Después, déjala de 2-3 días en una zona con luz. Una vez pasado este tiempo, ya puedes situarla donde quieras.
  • Advertencia. Quizás veas que la planta parece algo apagada. Deja un poco de tiempo a que la planta se acostumbre a su nueva maceta. Recuerda regar la planta como siempre lo has hecho. También te recomendamos revisar de vez en cuando el estado de la planta durante los primeros días.

Es importante escoger bien la nueva maceta

La nueva maceta o tiesto que elijas para tu planta debe contar con agujeros en la parte inferior para que drene el agua. Puedes contar con un plato para recoger el agua que sobre. Si no tienes más remedio que plantarla en un tiesto sin agujeros, usa una capa de gravilla para que después del riego, no se pudran las raíces.

A las raíces no les hace mucha gracia estar en una maceta con mucho espacio de tierra. La maceta perfecta es 5-6 cm más grande que la anterior.

No te olvides de preparar bien la tierra

No importa si vas a trasplantar una planta desde la maceta o el suelo. Tienes que quitar la tierra, agregar composta y regar bien antes de cualquier acción.

Como último consejo, recuerda observar bien las necesidades de tu maceta. Obsérvalas, conócelas bien y sabrás los cuidados que necesitan.